El impacto ecológico de las actividades humanas ha tenido un crecimiento exponencial en las últimas décadas. Basta con mirar la cantidad de “basura” que se produce en una casa, en una calle, o en un barrio, para darse cuenta de ello. Como institución nos hemos dado cuenta de la enorme cantidad de residuos que se producen diariamente, producto de nuestras actividades cotidianas; por esa razón, se ha visto la necesidad de desarrollar un programa de clasificación previa de los residuos y aprovecharlos para realizar el reciclaje productivo de botellas plásticas, papel, e inclusive de residuos orgánicos que pueden ser aprovechados para la producción agrícola, y de esta manera disminuir la huella del impacto ambiental producido en la institución.